Me mude sin saber cocinar
Con poca experiencia lavando baños
Y con cero conocimiento de como ponerle gasolina a un carro

Me mude con la esperanza de tener mas tiempo de calidad en familia
Con ganas de respirar aire puro y tener menos compromisos sociales para poder estar en lo esencial

Cambie las montañas por el bosque hace 6 meses y hoy me hacen falta.

Me hace falta un poco de prisa… Algo de relieve en los paisajes, escuchar el claxon de vez en cuando al transitar y ver caras conocidas…

Me hace falta sentarme a tomar un café con alguien que me conozca de siempre… Que me conozca con algunas copas de más, de pelo rojo, desubicada… Me hace falta conversar frente a frente con alguien que sea para mi una buena amistad.

Me hace falta Monterrey, su ya impregnado olor a contaminación, su irregular urbanismo y su olvidada tranquilidad. Me hace falta mi ciudad, su despistado crecimiento y las incansables ganas de los regios ( o regios adoptados) por crear, destacar, sobresalir.

Me hace falta mi mamá y mi papá. Me hace falta mi hermano, mi cuñada y mis sobrinos que viven ahí… La Catarina y Bravo Pizza….
La Sierra madre y la Huasteca…
Quiero subir caminando las veredas de Chipinque y también contemplar desde las alturas de las Estancias ese valle que nos regalo la naturaleza.

Quiero que mis hijos corran en casa de los abuelos y vean a sus primeros amigos…

Quiero regresar para valorar. Valorar lo que tendré siempre en ese rancho grande y valorar lo que tengo ahora rodeada de venados, víboras y ardillas en este pedazote de tierra que dejamos ir.

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