El conflicto no aleja, nos une más

by | Sep 10, 2021 | #girlpower, El día de... | 1 comment

¡Que noticia vivimos esta semana los mexicanos!: La Suprema Corte declaró el martes 6 de septiembre en pleno  que la criminalización del aborto es inconstitucional. Desde ahora, todos los jueces en la Republica Mexicana deberán aplicar este nuevo criterio que protege el derecho de las mujeres para decidir. Esto quiere decir que se despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo dando pie para que cada Estado de la Republica pueda legalizar el aborto, como lo hicieron en la Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz.

Un fallo histórico, leía yo en los encabezados del New York Times y la BBC, en el segundo país más católico de Latinoamérica. Mi opinión sobre el aborto, habiendo tenido una formación católica, la compartí en un blog post hace poco más de un año: Me pongo el pañuelo verde, en el que detallé la evolución de mi pensar sobre el tema. No me esperaba esta noticia tan deseada por muchas mujeres y mexicanos. Me alegra saber qué nos hicimos notar las mujeres para exigir un derecho de todas. Por exigir que nuestras decisiones sean validadas y respetadas. Que no se nos condene por un acto que se deriva de una acción que implica, por supuesto, la participación (en muchas ocasiones sin consentimiento) del sexo masculino.

Esta semana estuve compartiendo varios posts en historias de Instagram celebrando lo que para mí es justo y necesario, a raíz de esto empecé conversaciones con amigas y conocidas del tema. Jamás compartiría sin autorización lo que platico, pero llegué a un par de conclusiones que me dejaron reflexionando. Me di cuenta de que muchas personas piensan como yo y no se atreven (porque me lo dicen) a hablarlo con sus amigas y familia. Tienen muy pocas ganas de entrar en un conflicto y dañar relaciones con sus seres queridos.

Sobre esto, lo que puedo decir es que las entiendo, porque lo he vivido. Son contadas las amistades que se me han acercado para platicar del tema, no sé si por el mismo miedo a enfrentarnos con ideas discordantes o por medio a perder relaciones cercanas al expresar nuestra opinión. Sentimos que hablar de temas tan controversiales que involucran religión y valores serán conversaciones tornadas en discusiones. Aunque puede suceder, también es muy factible que no sea el caso. Sí podemos y debemos tener conversaciones en la que nos escuchemos sin intención de cambiar al otro, pero con curiosidad y apertura de saber qué pensamos a profundidad de  un tema, ojalá sin hablar solamente de creencias religiosas o escudarnos detrás del feminismo, pero platicar de mujer a mujer, de ser humano a ser humano.

Evadir un conflicto o discusión no es la solución. He aprendido que cuando estoy en una discusión con alguien, si solo estoy pensando que la otra persona esta mal, que yo estoy bien y que no tenemos nada en común ¿de qué me sirve? No podría ganar nada tratando de entender una perspectiva que de entrada considero que esta mal. Esto lo leí del libro Healing Resistance de Kazu Haga; es el segundo libro que leo sobre nonviolence y específicamente en éste habla de los tipos y niveles de conflictos:

“Many of us operate like this: Because I´m a liberal, I have nothing to learn from a conservative. Because I am pro-choice, I have nothing in common with someone who is pro-life. Because I support gun control, someone who doesn’t has no idea what they’re talking about. I’ve felt this polarization get worse in the past few years. In left-wing politics, there seems to be a prevailing worldview that people who don’t agree with every social justice principle are racist, sexist, classist and basically the worst type of human being. You’re either with us or you’re a racist and there is no in-between. People on the right seem to think others who don’t agree with this worldview are over-sensitive communists or anti-patriotic elitist morons who just want to sit on a moral high horse and complain about everything. Part of the work of nonviolence is to expand the in-between space, sit in the nuance, and sit in the contradiction.” [Healing Resistance: A Radically Different Response to Harm By Haga, Kazu. January 14, 2020]

Me he dado cuenta de que si quiero realmente continuar aprendiendo y creciendo como persona definitivamente no puedo solamente consumir información, rodearme de personas y tener conversaciones que solo protejan mis puntos de vista. Este sesgo de confirmación (confirmation bias) es la tendencia a buscar, interpretar o favorecer solo la información que respalda mi creencia ya sostenida, ignorando cualquier hecho que pueda desafiarla. No quiero nunca más estar cómoda en mis posturas ignorando las opuestas y aborreciéndolas. Todas las opiniones merecen ser respetadas, por esto, aunque me cueste en el alma algunos temas, quiero escuchar y conocer todo tipo de historias, porque solo así es como podré comprender un tema a profundidad y atreverme a pensar por mi, a ser honesta con lo que creo y con lo que soy.

La segunda de mis conclusiones esta semana es que todas pensamos que el aborto es un tema muy complicado y delicado y lo es. Lo que me cuesta entender es que nos quedemos ahí. Que nos quedemos en que es un tema complejo y por eso ya no queremos indagar más. Nos da miedo saber más, ¿Por qué? Tal vez porque cuestiona nuestra fe. A lo mejor porque no queremos enfrentarnos a lo que en realidad pensamos (y no solo sentimos). No podemos negar que ignorance is bliss pero también es BS.

Lo que la Suprema Corte decidió esta semana es el comienzo de un largo camino, me conforta que dejemos, al menos desde el marco legal,  de criminalizar o estigmatizar a las mujeres gestantes por sus planes de vida. Mujeres casadas, solteras, con hijos o sin hijos, mujeres victimas de abuso, mujeres menores de edad, mujeres que conocemos, tal vez no, pero que finalmente toman la difícil decisión con la que tendrán que lidiar por el resto de sus vidas. No todos los demás, ni yo que escribo esto, ni tu, que muy amablemente lo lees. Deseo de todo corazón que esta sea la primera de muchas decisiones que lleven a México a ser un país que ve de frente las problemáticas que ya existan y las afronte con dignidad y justicia para todxs. Un país en que no reine la doble moral sino la integridad.

Para mis queridos amigos y conocidos les comparto la frase del libro de Kazu Haga que más me gustó:

Conflict is the spirit of the relationship, asking itself to deepen.”

No abandonemos las conversaciones incomodas, cuando pensemos que vamos a ser linchadas por lo que pensamos, recordemos que es justo en el conflicto en donde las relaciones humanas se fortalecen. Siempre habrá diferencias y opiniones opuestas, pero si no las escuchamos no prosperamos como humanos y como comunidad, y si además, tampoco las expresamos nosotros, no estamos viviendo desde nuestro ser más autentico.

 

 

 

 

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