3 frases. 3 canciones. 3 lecciones de vida.

by | Mar 31, 2017 | A mis treintaytantos | 1 comment

Hay canciones que nos enganchan, queremos escucharlas una y otra vez. Que, como canta Katy Perry, solo queremos “Turn it on, keep it on repeat”. Algunas, lo más probable, están vigentes por una etapa de nuestras vidas, y otras, nos han perseguido durante una, dos o tres décadas.

Mis gustos musicales siempre han sido………..mmmm…….muy variados. Mumford & Sons, Fito Páez, Jewel, Coldplay, The Beatles, Florence and the Machine, Shakira, Cerati, Atericiopelados, Alicia Keys, Intocable, Juan Gabriel, Natalia Lafourcade, Fernando Delgadillo, Belanova, Los Claxons, Mecano, Alejandro Sanz, Joss Stone…y muchos otros que forman parte de una mescolanza simpática e interesante (para mi obviamente) y casi toda muy comercial.

Realmente, creo que la música es como el vino, no hace mucha diferencia de dónde viene o los años que tiene, lo que importa es que te gusta, el sabor que deja y lo que te hace sentir. “Un día sin vino es un día sin sol” es una frase típica de la Provenza, al sur de Francia, y definitivamente tampoco puedo imaginar un día sin música.

El primer cd que compre en mi vida fue el de Laura Pausini- (ya sabía que no llegaría… ya sabía que era una mentira… tanto tiempo que por el… OK YA ) y el cd que más he escuchado en mi vida, estoy casi segura, que es Jagged Little Pill, de Alanis Morissette.

Me gusta la música, pero soy poco entonada y no soy mucho de bailar así que en lo que me concentro más es en la letra de las canciones. De chica me sentaba a escribir la letra de mis canciones favoritas o de moda (para sentirnos cool cantándolas en los bailes) desde que existían los cassettes. Pasábamos horas, mi amiga, y ahora comadre, y yo a un lado de las grabadoras que tenían botones enormes y que para picarle Stop y Play te tardabas un par de segundos, pero eran gratificantes porque se escuchaba el clásico sonido de cómo la cinta interrumpía su movimiento lentamente… STOP y como iniciaba a dar vueltas otra vez… PLAY.*

Cuando era teenager, escuché un par de canciones, en diferentes momentos de mi vida, con frases que me fascinaron desde que las oí  por primera vez. Son 2 frases que hasta el día de hoy me siguen sirviendo.

En 1998 salió el álbum Inevitable. Me acuerdo que en prepa esa canción de Shakira nos la tomamos muy en serio. Mis amigas y yo (aunque a lo mejor nada más yo lo cumplía) acogimos la parte que dice  “Ni me baño los domingos”. Pero esa no es la frase que me marcó sino otra de la misma canción. Yo tenia 15 años cuando Shakira cantaba “Cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo”. Me identifiqué porque para toda relación personal, amistad, noviazgo, y hoy en mi matrimonio, no hablo sin antes entender muy bien qué es lo que me molesta, por qué fue y qué siento al respecto. No soy psicóloga pero conozco de la disciplina y se que todo tiene que ver con situaciones de mi pasado, de mi infancia etc. Entonces hago una breve (a veces larga) introspección de los temas que me causan problema y luego los enfrento. La frase puede parecer egoísta pero creo que me ha ayudado a tomar decisiones en mi vida que hoy confirmo fueron las mejores. 

Desde que soy mamá, esta frase ha tomado otro sentido. Me he dado cuenta que para tener una buena conexión con cada uno de mis hijos, tengo primero que estar bien yo para poder estar bien con ellos. Desarrollándome espiritualmente y profesionalmente, sintiéndome bien física y emocionalmente… Mientras más resuelta este yo como mujer y persona, mejor mamá voy a ser, porque claro, no podemos dar lo que no tenemos.

Maroon 5 en el 2004 cantaba She will be loved. Y no se me olvida solo por el guapísimo de Adam Levine, sino por la frase: “It’s not always rainbows and butterflies, it’s compromise that moves us along.” Y es que sorprendentemente la aplico en muchos ámbitos de mi vida. No siempre van a salir las cosas como queremos y no todo lo que hacemos es maravilloso, divertido y causa de gran satisfacción, pero esta bien. Es el compromiso con las personas que amamos, ya sea nuestra pareja, amigos, familia, hijos, lo que hace que los esfuerzos culminen en acciones más allá de lo que nos hace sentir bien a nosotros mismos. Es el compromiso en el trabajo, sabiendo que al menos el 20% del tiempo desempeñaremos actividades que no nos gustan, es el compromiso con la comunidad por inscribir a nuestros hijos al autobús del colegio para contribuir a bajar los niveles de la contaminación y tantos ejemplos más. Yo no veo el compromiso como una obligación, sino como la capacidad de tomar consciencia de que mi aportación en todo lo que hago debe ser responsable y leal.

El año pasado estuvo muy de moda la canción de 7 years old de Lukas Graham. Y no podía dejar de escucharla, por fin entendí que había descubierto otra frase para adoptar y aplicar como mi 3era favorita. “I only see my goals, I don’t believe in failure ‘Cause I know the smallest voices, they can make it major”. Al iniciar un proyecto personal, un negocio, una nueva rutina de vida… siempre habrá quien lo cuestione, quién lo juzgue y no le parezca. No se qué es, no entiendo porque proyectamos así nuestra envidia cuando la demás gente esta haciendo algo valioso por su presente y futuro y nosotros no. Por qué si alguien empieza algo nuevo, que le hace bien, lo mantiene saludable, contento etc. lo cuestionamos y peor aun, juzgamos tanto.

Por ejemplo, hace poco mi esposo y mis hijos me regalaron un juicer. Porque yo pedí mi regalo con punto y seña. Al platicarle a la gente que me sacaba el tema escuchaba continuamente comentarios como: “pero por qué tienes que hacer eso”… “es mejor comer toda la fruta”… “se quita lo mejor que es la fibra”… “pero si les das a los niños los jugos luego no les va a gustar esas frutas, no van a aprender a comer”. Porque no solo dicen: Que bien y ya. O Felicidades. Y no por estar haciendo juguitos y shots de jengibre por las mañanas, simplemente por estar haciendo algo que me hace feliz.

Un amigo un día me dijo algo muy cierto. “Si crees que te funciona, te funciona.”
Y es que así es la mente, poderosa. Y se nos olvida que nosotras la podemos controlar. No es fácil, toma tiempo y mucho esfuerzo. Pero sí podemos guiarla hacia los pensamientos que queremos. Inclinarla hacia lo que nos hace felices y más positivos, en lugar de lo negativo e hipocondriaco.

Por eso adopto felizmente la frase para aplicarla en mi vida diaria: Solo veo mis metas, no creo en el fracaso. 

Siempre nos medimos por estándares de otros, de la sociedad y no los personales. Me gustaron las palabras de Lukas Graham porque para alcanzar nuestras metas debemos medirnos por nuestros propios parámetros  y expectativas, y las de nadie más.

No siempre vamos a ser exitosos ni nos va a ir siempre excelente, pero esta bien. It’s not always rainbows and butterflies…remember. Y esas voces y mentes pequeñas, no nos queda más que desearles suerte buscando sus propias metas.

Por si te gustaría recordar o escuchar por primera vez:

Shakira- Inevitable (video oficial)
http://bit.ly/1hq5PAw

Maroon 5-She will be loved (versión acústica porque no soy fan del video)
http://bit.ly/1BhoBEw

Graham Lukas- 7 years
http://bit.ly/1mURzpf

*https://www.youtube.com/watch?v=QnxWxYHLD48 (sonido de grabadora vintage)

Compartir
Subscribe
Notify of
1 Comment
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Paty de Obeso
7 years ago

Te adoro!!! jajaja me proyecté cañón con las canciones… y entiendo perfectamente del gusto por Intocable, tantos recuerdos de los palenques y las letras, lo máximo. De acuerdo con el gusto compartido ¿porqué porqué nos cuesta tanto alegrarnos por los demás sin cuestionar?. Te dejo una de mis frases favoritas, of course, de Dave Matthews Band, “Turns out not where but who you´re with, that really matters.”

Artículos más recientes

Un San Valentín lleno de Amor (Propio)

Mi amiga Heidi Herfurth es editora de la revista VIVA! The Woodlands Magazine. Me invitó a escribir un artículo para su edición de Febrero y aquí comparto lo que se publicó en la revista. Te recomiendo leer la edición completa aquí: https://bit.ly/VivaFebMarzo23 Un...

El primer beso homosexual 

El primer beso homosexual que vi fue a mis 17 años en Barcelona. Me acuerdo perfecto porque estaba con mis amigas caminando por Las Ramblas mientras teníamos nuestro verano de backpackers al viejo continente. Era finales de los noventa cuando vi a dos...