Ricardo, mi hijo mayor cumplió 7 años, como escribí en mi último post. No pensé que me fuera a pegar tanto pero sí.
Confirme de que estaba sentimental días después que le escribí esta carta. Pensándolo bien, le hice la carta a él y no se la he dado. Creo que tal vez el final puede estar un poco dramático para un niño de esa edad, pero bueno… de todos modos, se las quiero compartir.
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Asegúrate de vivir
De vivir, no por tener miedo a morir, pero de conocer que es aquello que te da vida.
Asegúrate de vivir rodeado de aquellos que te hacen, no solo sonreír, sino reír.
Asegúrate de vivir.
De vivir lleno de amor, de amor del bueno. De ese que te envuelve el alma y te toca en lo más profundo de tu ser. Ese amor inexplicable, que te hace desear estar con alguien y compartir experiencias. Busca amistades y parejas que te llenen de él.
No caigas en comparaciones vagas o envidias. Enfoca tu energía en situaciones que te hagan crecer como persona y ser mejor ser humano. Te lo digo por experiencia, todo lo que no vaya dirigido a esto, es tiempo perdido.
Hoy que cumples 7 años, no quiero que se te olvide esto: Asegúrate de vivir.
De vivir observando, cuestionando, absorbiendo todo lo que rodea. Recuerda que de todo y todos podemos aprender algo. Solo así podrás diferenciar tus ideas de otras y conocer tus verdaderos sentimientos sobre algo.
No temas a fracasar, porque es parte de la vida, de intentar, de recuperar la esperanza perdida y volver a volar.
Si algún día yo te falto, si algún día no me puedes ver, o tocar, (como me dices en las noches cuando damos gracias), recuerda estas 3 palabras siempre: Asegúrate de vivir.
Nada me hará más feliz que saber que aprovecharas al máximo cada día y compartirás tu luz con los que te rodean. Descubre qué es aquello que te acelera el corazón y te hace vibrar por dentro, y hazlo. Haciéndolo con un sentido de vocación alumbraras tu propio camino y esa luz te guiara siempre.
Te amo,
Mamá.