Y de repente mi primer hijo, Ricardo, cumple 7 años.. Así, tal cual.
Mi papá me recuerda constantemente que la vida pasa en un abrir y cerrar de ojos . Y le creo… pero no tanto como hoy.
Cuando caí en cuenta de que mi hijo me empieza a cuestionar, se rebela, me observa detenidamente para ver la manera en que voy a reaccionar, medirla y muy probablemente replicarla inconscientemente durante su vida.
Últimamente lo he visto caerse, lastimarse y me dice, “Estoy bien mamá”, ya no le interesa que le unte arnica en los golpes, más bien, se limpia la sangre solo, va por hielo al congelador y se lo pone en la herida o simplemente sigue jugando.
Me doy cuenta de que la primera infancia de mi hijo se ha ido por completo cuando le estoy dando alguna indicación y antes de terminar de hablar me dice: “Ok, ya sé, ya se mamá.” Se voltea y se va…. El dilema para mi siempre es regresarlo y encabronarme por su reacción (que es lo que me nace) o respirar, corregir su falta de respeto, pero entender que quizá yo también me arranque en segunda sin parar de hablar y que en efecto, el ya sabe, sí entendió el mensaje, y lo va a ir a hacer (o dejar de hacer).
Desde hace meses, al ver un beso en la boca en una película Ricardo dice o hace cara de Giu cuando yo sé perfectamente que en unos años ya no le va a parecer tan giu que digamos…
7 años han pasado desde que un día a las 2 de la mañana, después de una noche de cine en el parque en Monterrey, se me rompió la fuente. Era mi semana 39 de embarazo, me metí a la tina, mi esposo me subió una manzana de snack y hasta le hablé a mi hermana que vive en Londres (al cabo ella ya estaba despierta). A las casi 6 am, ya con dolores fuertes, me puse la ropa previamente escogida, subimos al carro la maleta cautelosamente empacada y llegué al hospital sin poder pararme derecha y gritando como esas películas que crees que exageran la actuación de las mujeres a punto de parir. Obviamente ahí aprendí que no es ninguna exageración: la realidad palidece a la ficción.
Llegué con 6 cms de dilatación y con todas las respuestas (según yo) porque tenía un plan; habíamos tomado los cursos psicoprofilácticos (mi marido fue a un par de sesiones obligado) y todo iba como esperábamos. Hasta que no. El bebé parecía que nacía antes de las 10 de la mañana, y nada. Antes de las 12 de la tarde y nada. Yo no quería anestesia pero a la vez sí quería poquita, porque estaba siendo mucho más largo de lo que imaginaba. Mi hijo venía híperextendido y con ganas de nacer mirando al cielo, lo sabíamos desde antes, pero yo hice absolutamente todo lo que estaba en mi poder para que pudiera nacer por parto natural. Porque así tiene de ser: yo pensaba, no puede ser de otra manera.
Calculaban que iba a nacer a las 3 pm y nada. Los sobrinos y tíos iban y venían, las abuelas no se movían de ahí. A las 6:38 pm después de más de 16 hrs de trabajo parto y una cesárea, nace un cachetón gigante con cara de Benjamin Button, como lo apodaba mi hermano. Los amigos de mi esposo le decían: el contador, porque parecía un señorito hasta dos meses de nacido.
Me costó entenderlo ese día y me han costado estos 7 años comprobar que las respuestas no las tenía el día en que iba a convertirme en mamá, y mucho menos hoy. Que no hay respuestas a nada de esto de ser papás. Que vas haciendo lo mejor que puedes con lo que tienes en el momento.
Por eso hoy le doy importancia al tener, no me refiero a lo material, pero sí tener las herramientas para educar mejor, buscarlas activamente, leerlas, probarlas, practicarlas…En esa búsqueda de tener más conocimiento nos enriquecemos a nosotros mismos, nos sanamos y así, podemos ser mejores papás. No perfectos, no con todas las respuestas, pero sí con todas las ganas de formar con y en el amor.
No tengo idea que me esperan en los siguientes 7 años, seguramente otra serie de aventuras, de altas y bajas y enigmas que descifrar. Quizá en unos años me daré cuenta de que estos primeros años de mis hijos fueron los mejores años… espero que no… no sé… ya me puse sentimental.
G night.
English Version:
What? My kid is 7?
Suddenly, my firstborn child turned 7, just like that.
My dad always reminds me about how life goes by in the blink of an eye. I believe him, but never so much as those days before Ricardo’s birthday.
I realized he is starting to question me, to dissent, to watch my reactions, not knowing that he will unconsciously react in similar ways for the rest of his life.
I’ve realized some of my caregiving is no longer required, for example, when he gets hurt, there are no more demands for band-aids. Instead, he looks at his scrape says, “I’m okay mom,” and goes back to playing with his friends.
I can even get a sneak peek at the pre-teen in him when I’m talking to him about his behavior, and he goes, “Okay, mom, I know, I know,” while turning and leaving. My go-to move is to stop him and be upset at his reaction, possibly yelling at him and making sure that he knows he does not get to leave while I’m still talking, but another approach I have been taking is step 1: taking a deep breath. Step 2: positive discipline, and step 3: let him go. Maybe I was talking too much, and what he meant was right: he did understand what I was saying and will do as I asked.
Lately, while we are watching a kid’s movie, and he sees the characters kiss, he goes “gross”, or makes a face. This reaction is funny to me because I know that in a few more years, kissing someone he likes will be much more appealing to him.
It’s been 7 years since that one day at 2 a.m. when my water broke at 39 weeks.
I took a bath, had a snack, even called my sister in London to talk about it, because everyone else was sleeping.
At almost 6 a.m., I was having severe contractions, so I grabbed the clothes I had bought for that day and moment, as well as the bag I had packed weeks ago. Arriving at the hospital was exactly like the movies show, where the pregnant woman can’t even walk with her back straight and won’t stop grimacing. I was laying my head down in the ERs front desk when I remember someone helping me sit in a wheelchair and a nurse telling me what to do and asking me many questions.
I was 6 cms dilated, and as we had taken a birthing course, we thought everything was going smoothly (except for the pain, I had no idea it would be that bad…) and then things didn’t go as planned.
We were told that baby Ricardo was estimated to be born before 10 a.m. and yet nothing. Then they said noon, but still no baby. I was planning to have a birth without anesthesia, but I couldn’t take it anymore, it was much longer than I imagined it to be. Our son was in a hyperextended position and wanted to come to this world facing to the sky, both were red flafs for a natural birth, but still, I tried everything in my power to make it happen. Because I thought that was the only way I wanted my child to be born, the natural and “right” way.
They said by 3 p.m. we would finally meet our baby. His uncles, nieces, and nephews were coming and going from the hospital every couple of hours, and the grandmas didn’t leave at all.
Finally, at 6:38 p.m., after more than 16 hours of labor and after one c-section, a puffy cheeked baby was born. My brother quipped he had the face of Benjamin Button. My husband’s friends called him “The Accountant” because the baby looked like a wrinkly old man until he was about 2 months old.
The realization that I don’t have all the answers has been hard. These 7 years have taught me there are no answers to being parents. That we all do the best we can with what we have.
That’s why I care about having the tools to educate better, actively seeking and reaching out to experts or other parents too, doing research, training myself and focusing on doing my best.
While searching for knowledge, we enrich ourselves, heal our hearts and souls, and become better parents. Not perfect, not the ones with all the answers, but the ones willing to raise our children with love.
I have no idea how the next seven years will be like, probably they will feel like another roller coaster with so many emotions, ups, and downs (hopefully more ups than downs). Maybe later, I’ll realize these years were the wonder years.
Thinking about it makes me cry.
Goodnight.